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martes, 26 de octubre de 2010
Amor a primera vista: Mofro
J.J. Grey y sus muchachos de Mofro se lo curran de una manera increíble. ¿De qué otra manera puedo empezar esto? El grupo de soul/funk/rythm blues pantanoso de Jacksonville, Florida, me ha raptado el corazón. A la primera escucha. Un ritmazo de los que te hacen mover los pies y la cabeza, de los que te agarran. No sabes que estilo concreto es, pero tampoco quieres saberlo. Sabe a fiesta negra en granero al terminar el día. Es una sensación que sube desde el estómago a la boca y puedes paladearla suavemente. Porque estos tios saben lo que hacen y lo hacen de maravilla. J.J tiene una voz pastosa y vacilona que te hace gritar OHH YEAAH MAN !!! Te hace moverte y participar, como el góspel, como si te sintieras arropado por doscientas almas. Y cuando agarra la armónica o se sienta al piano te sientes arrastrado hasta el cielo, un cielo en forma de atardecer a las orillas del Mississippi.
Escuchad sus discos "Loochlosa" o "Blackwater". Sabréis de qué hablo.
Hacía tiempo que no me sentía tan bien.
jueves, 21 de octubre de 2010
Guadalupe Plata
Mañana voy a perderme un gran concierto por casusas ajenas a mi voluntad. Aunque ya he visto antes a los muchachos de Úbeda, no quería pasar la oportunidad de verlos en la Sala Malandar, Sevilla, mi ciudad de ascendencia y adopción. Porque Guadalupe Plata es uno de los mejores grupos que pisan actualmente la piel de toro. Aunque algún medio especializado los acoja con resquemor debido a su popularidad sin explicación, y al acercamiento que a ellos ha hecho la parroquia indie, cuestión a la que sigo sin encontrar por qué, la propuesta de los Plata y los logros que de ella han recogido son dignos de encomio. Porque han hecho contemporáneo un lenguaje, el blues, que para el público masivo no deja de ser algo viejo y caduco.
Está claro que estas revoluciones vienen dándose desde el principio del género: el blues de Chicago, el blues inglés de los años 60, Jimmi Hendrix, Rory Gallagher o Led Zeppelin ya hicieron lo mismo, es decir, reactivar para las nuevas generaciones un lenguaje antiguo y modernizarlo sin perder de vista las raíces, pero que esto lo hagan tres tipos de Úbeda, y cantando en castellano, debería hacer que los músicos españoles nos sintiéramos orgullosos de ellos. Mantengo la teoría de que si el blues hubiera nacido hoy día, Charlie Patton sonaría como los Plata. Así de sucio, así de oscuro, así de canalla. Comentan que son ruidosos en escena, pero joder, de eso se trata. Las guitarras de Perico, su cantante y guitarrista, parecen volar fuera de control, pero joder, de eso se trata. A veces la voz no se escucha bien, pero vamos a ver, ¿a quién cojones le importa?
El blues es algo sucio y bañado en whisky. No es una música para que te guste ni para que te haga sentir bien, el blues busca morderte las entrañas y que termines moviéndote o cantando a su ritmo. Y juro por Dios que los Plata lo hacen. Porque cuando atacan "Jesús está llorando" yo me muevo como un zombi. Porque cuando comienzan con el incesante riff de "Baby me vuelves loco" yo me vuelvo loco también.
Además los tipos tienen estilo, y unas letras originalísimas. Cerrando la cuestión, que mañana por la noche voy a acordarme de ellos y a desearles suerte.
Para la próxima estaré en primera fila, sudado, fumando y bebiendo whisky.
Guadalupe Plata no es un grupo para cursis.
martes, 19 de octubre de 2010
Yo le pedí un poco de agua, ella me dió gasolina
El bueno de Chester Arthur Burnett es casi sin lugar a dudas mi bluesman favorito. Se que es una estupidez hacer este tipo de afirmaciones estando el gusto sujeto a momentos, circunstancias o recuerdos, pero creo que siempre que alguien me pregunta por mi cantante de blues predilecto, respondo sin pestañear: Howlin' Wolf.
Lo conocí gracias a Cactus, que versionaban su "Evil" de manera sudorosa y febril. Durante un tiempo lo tuve en el equipo de música en modo despertador y en cuanto esos dos monumentales golpes de timbal resonaban PUM !!!!! PUM !!!!! aquí el escriptor se levantaba a poner la cafetera. Pero en honor a la verdad, tardé un tiempo en saber que esa diabólica tonada empantanada en los aromas más pantanosos había sido escrita por, grande entre los grandes, Willie Dixon para el amigo Howlin.
Tras eso me sumí en las entrañas de la bestia. ¿Qué hacer cuando uno escucha temas como "Smokestack Lightning", "Evil", "Spoonful", "Back door man" o "Do the do" ? Howlin retuerce sus cuerdas vocales sangrantes en cada sílaba, mientras las línes de bajo de Willie Dixon lo arropan y Hubert Sumlin demuestra elegancia y desenfreno con su mágica guitarra. A estas alturas de la historia sigue siendo una música potente y contemporánea. Escuchar al lobo es vudú amigos míos. Pinchar "Smokestack Lightning" es una experiencia rítmica y vital. El hombre purifica sus miedos y demonios, ¿no trata precisamente de eso el blues? Tras escuchar a Howlin, Muddy me pareció una vieja vestida de gala, muy elegante eso sí.
Otro día iremos con él.
Lo conocí gracias a Cactus, que versionaban su "Evil" de manera sudorosa y febril. Durante un tiempo lo tuve en el equipo de música en modo despertador y en cuanto esos dos monumentales golpes de timbal resonaban PUM !!!!! PUM !!!!! aquí el escriptor se levantaba a poner la cafetera. Pero en honor a la verdad, tardé un tiempo en saber que esa diabólica tonada empantanada en los aromas más pantanosos había sido escrita por, grande entre los grandes, Willie Dixon para el amigo Howlin.
Tras eso me sumí en las entrañas de la bestia. ¿Qué hacer cuando uno escucha temas como "Smokestack Lightning", "Evil", "Spoonful", "Back door man" o "Do the do" ? Howlin retuerce sus cuerdas vocales sangrantes en cada sílaba, mientras las línes de bajo de Willie Dixon lo arropan y Hubert Sumlin demuestra elegancia y desenfreno con su mágica guitarra. A estas alturas de la historia sigue siendo una música potente y contemporánea. Escuchar al lobo es vudú amigos míos. Pinchar "Smokestack Lightning" es una experiencia rítmica y vital. El hombre purifica sus miedos y demonios, ¿no trata precisamente de eso el blues? Tras escuchar a Howlin, Muddy me pareció una vieja vestida de gala, muy elegante eso sí.
Otro día iremos con él.
lunes, 18 de octubre de 2010
Be-Bop-A-Lula
Este blog está dedicado a todos los negros que al morir el sol tañían su banjo en los porches de sus casas. A todos los esclavos de la plantación Dockery. A los cruces de caminos y al Baron Samedy. A la superación del dolor. A sus iglesias y su manera de sentir a Dios a partir de la música. A su lucha por ser reconocidos como personas e individuos. A aquellos que emigraron de la plantación a la fábrica en los años 20 y 30 del siglo XX.
También está dedicado a las comunidades europeas que, establecidas entre Canadá y EEUU a lo largo de las Apalaches, desarrollaron entre los siglos XIX y XX los estilos musicales que terminarán conociéndose como hillibilly, posteriormente country; bluegrass o folk. Puedes llamarlo como quieras. Dedicado a los irlandeses y sus cánticos sobre tabernas y asesinatos que cruzaron el mar. A los italianos y sus mandolinas. A los primeros colonos y su cancionero popular de la Europa del siglo XVII.
Por supuesto, no debemos dejar atrás a aquellos que en los años 50 olvidaron el color de la piel e interpretaron como quisieron las músicas que sentían. No se trataba de rythm & blues, de boogie, de country, de música de las Apalaches. A esta mezcla se le llamo rock & roll. Abrieron sus corazones y lucharon. Ellos hicieron mucho más por la humanidad que la mayoría de los políticos.
De la misma manera, debemos agradecer a nuestros hermanos ingleses que recuperaran ésta maravillosa música para la humanidad. El rock & roll fue para estos jóvenes el antídoto a los años posteriores a la II Guerra Mundial. Fue su vía de escape y la compartieron con el mundo. Formaron la "British Invasion". Partiendo de las premisas básicas, hicieron del rock & roll una forma de creación artística libre y dinámica, salvaje y sutil, alocada y renovadora. Ellos lo hicieron crecer.
Obvia nombrar a los miles de grupos que en EEUU formaron la "Respuesta Americana". De costa a costa el joven americano de los años 60 se propuso recuperar lo que es suyo. El árbol crece. Nacen todos los subestilos. Desde aquí tendremos siempre deuda de sangre con los grupos de folk rock de la costa oeste. Con los miles de grupos de garaje de un single, los llamados Nuggets. Con las hordas de la psicodelia, con los devaneos artísticos provenientes de Nueva York, con el country rock, con el high energy, con el punk. Con todos aquellos que desde entonces hasta ahora han tenido el valor de agarrar una guitarra y chillarnos a la cara.
Gracias a todos.
También está dedicado a las comunidades europeas que, establecidas entre Canadá y EEUU a lo largo de las Apalaches, desarrollaron entre los siglos XIX y XX los estilos musicales que terminarán conociéndose como hillibilly, posteriormente country; bluegrass o folk. Puedes llamarlo como quieras. Dedicado a los irlandeses y sus cánticos sobre tabernas y asesinatos que cruzaron el mar. A los italianos y sus mandolinas. A los primeros colonos y su cancionero popular de la Europa del siglo XVII.
Por supuesto, no debemos dejar atrás a aquellos que en los años 50 olvidaron el color de la piel e interpretaron como quisieron las músicas que sentían. No se trataba de rythm & blues, de boogie, de country, de música de las Apalaches. A esta mezcla se le llamo rock & roll. Abrieron sus corazones y lucharon. Ellos hicieron mucho más por la humanidad que la mayoría de los políticos.
De la misma manera, debemos agradecer a nuestros hermanos ingleses que recuperaran ésta maravillosa música para la humanidad. El rock & roll fue para estos jóvenes el antídoto a los años posteriores a la II Guerra Mundial. Fue su vía de escape y la compartieron con el mundo. Formaron la "British Invasion". Partiendo de las premisas básicas, hicieron del rock & roll una forma de creación artística libre y dinámica, salvaje y sutil, alocada y renovadora. Ellos lo hicieron crecer.
Obvia nombrar a los miles de grupos que en EEUU formaron la "Respuesta Americana". De costa a costa el joven americano de los años 60 se propuso recuperar lo que es suyo. El árbol crece. Nacen todos los subestilos. Desde aquí tendremos siempre deuda de sangre con los grupos de folk rock de la costa oeste. Con los miles de grupos de garaje de un single, los llamados Nuggets. Con las hordas de la psicodelia, con los devaneos artísticos provenientes de Nueva York, con el country rock, con el high energy, con el punk. Con todos aquellos que desde entonces hasta ahora han tenido el valor de agarrar una guitarra y chillarnos a la cara.
Gracias a todos.
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